El día 30 de noviembre de cada año se celebra en nuestro país el día Nacional del Mate. Esto es así, por disposición del Honorable Congreso de La Nación quien, el día 28 de enero del 2015, sancionó la Ley Nº 27.117. Esta, manda celebrar el nacimiento del Caudillo Federal Argentino, Andrés Guacurarí (o, también, Guazurarí; del guaraní: “ganado veloz”) y Artigas, más conocido como “Andresito”, primer y único gobernador indígena que, entre 1811 y 1821, ejerciera como tal en la Provincia Grande de las Misiones. Nacido en la reducción de Santo Tomé el 30 de noviembre de 1778; colaborador de José Gervasio de Artigas, quien lo apadrino y adoptó legalmente. Se cree, fallecido entre 1821 o 1825 en Rio de Janeiro, donde estaba prisionero.

El 01 de abril del 2014, la Presidente de la Nación, lo asciende al general del Ejército Argentino. Y una ciudad del noreste de la provincia de Misiones lleva el epónimo de “Comandante Andresito”.
El mate, bebida nacional
La infusión, popular en todo nivel social, tiene su origen en nuestros pueblos originarios, más propiamente, los Guaraníes y Guaycurúes, dispersos en el alto Paraná y alto Uruguay. Con la Conquista el hábito fue adoptado por los españoles, siendo muy apreciada por la Compañía de Jesús o misiones jesuíticas (llamada, también, Yerba de los Jesuitas).
De uso muy común, cotidiano, en Argentina, Chile, Brasil, Paraguay y Uruguay; aunque adoptado por países como Siria y El Líbano.
El nombre “mate” (del Quechua, “mati”: calabacita), proviene de la calabaza en la cual se prepara dicha infusión. En su interior se coloca la Yerba Mate (Ilex Paraguariensis), ligeramente tostada y desmenuzada, para tal fin. Luego, se agrega el agua proveniente de la “pava” o Caldera, a una temperatura de 80ºC; así, se obtiene una preparación espumosa de sabor propio, que se succionará a través de un canuto o bombilla.
Contiene Cafeína (0,2% a 1,6%), del grupo químico de las Xantinas, sustancias estimulantes del Sistema Nervioso Central, y un 10% de tanino (de acción astringente y que le da su sabor amargo). Al igual que otras bebidas caféicas (café, té, kola, guaraná, cacao) no generan adicción, pero si, habituación.
FUENTE: Diario El Litoral FOTO: misionesonline
Me pregunto y espero me respondan. Cómo es posible que la “hierba de los Jesuitas” pudiera adoptar un nombre quichua o quechua -mati- en un lugar tan distante del antiguo Tawantinsuyo o Imperio Incaico.
Hola! el mate es originario de los pueblos de América del Sur, por eso tiene un nombre derivado del idioma Quechua, los Jesuitas sólo incorporaron su uso y trabajaron en la producción de yerba mate. Por otro lado, el Quechua se hablaba y se habla en toda América no sólo en el Imperio Incaico. Tampoco es tan lejano, el imperio se extendió hasta el norte de Argentina. Muchas gracias por comunicarte.