“Y bueno, no me invitan a los grandes festivales. Me quedo en mi casa, guitarreando con amigos”.
Alfredo Martín Ábalos nació el 21 de abril de 1938, en San Fernando provincia de Buenos Aires. Fue compositor, cantor, bombisto, profesor de danzas nativas y miembro fundador de la Sociedad de Folkloristas de Santiago del Estero.
“Mi abuelo, Tomás Justo Ábalos, que era de La Banda, tenía una de esas casonas antiguas y tradicionales de San Isidro. Por ahí pasaban Julio Argentino Jerez, Andrés Chazarreta, los Hermanos Ríos, que eran amigos de la casa. En San Isidro tenía una barra de chicos y chicas que nos gustaba el folclore. De ahí surgieron Pedro Farías Gómez, Marian Farías Gómez, Hernán Figueroa Reyes, el Chacho Arancibia, Miguelito Saravia, Héctor y Mingo Airala, todos buenos músicos y cantores. Yo tocaba el bombo y la guitarra, traveseaba un poco el piano y andaba con la barra en todas las peñas. En el Tigre Hotel había una peña hermosa, en el Club Social Beccar también”. Le contó a Juan Carlos Carabajal, en la revista Santiago, guitarra y copla.
Allí, en Beccar, a los 16 años, comenzó a tocar el bombo en forma profesional con Alberto Ocampo.
Bonaerense de nacimiento, santiagueño por elección, Alfredo se afinco en el barrio 8 de Abril de Santiago del Estero. Cantor solista de estilo único, sobrio, chúcaro pero a la vez de voz dulce, clara, sencilla y firme, que conmovía al público especialmente a los jóvenes, tal vez, por su halo de rebeldía.
“Trato de no hablar de política, porque siempre me malinterpretan. Yo no hablo de liberación económica, yo hablo de liberación cultural. El día que entendamos que tenemos que pelear por la identidad, que tenemos que pensar en argentino… Ese día la cosa va a empezar a cambiar. A mí me han castigado mucho por hablar. Y bueno, no me invitan a los grandes festivales. Me quedo en mi casa, guitarreando con amigos”. Declaraba Ábalos.
En Santiago del Estero formó su familia integrada por Muni, el amor de su vida, y sus hijos Martín (guitarrista) y Santiago (violinista) con los que fundó el grupo La Pesada Santiagueña.
En su repertorio entre chacareras, gatos, escondidos y zambas recorría temas de la vida misma como, el paisaje, el amor, las tradiciones y hasta cuestiones filosóficas de hombre bien plantado en sus convicciones.
“Noté que le empezaba a gustar a la gente. Una vez nos juntamos con Pedro y el Chango Farías Gómez y con Rivarola, un pianista impresionante, e hice un demo. Salió lindo, che. Lo dejé en CBS, donde estaba el gringo John Lear de director artístico. Pero un día Leo Dan me llevó a Diapasón y empecé con mis primeros disquitos ahí. Luego El Negro (Hugo Guerrero) Marthineitz le empezó a dar manija en radio. Así se fue dando la cosa…” decía Alfredo.
Entre sus obras se destacan: “La del cantor solitario” (con Amadeo Lobo), “La doble sentenciosa” (con Oscar Valles), “Mi barrio 8 de Abril” (con Oscar Valles), “Para gloria de Santiago” (con Hipólito Montanari y Oscar Vázquez) “Santiago vive en mi zamba” (con Juan Carlos Carabajal), “Tabla redonda” (con Federico Pereyra) y “Zamba para Don Pedro” (con Amadeo Lobo).
Entre sus discos se encuentran: “Herencia folclórica” – Diapasón. “Silencio canta Alfredo Abalos” – RCA Víctor. “La voz de la chacarera” – EMI Odeón. “Moneda que está en el alma” – EMI Odeón. “Se pierde si no se da” – EMI Odeón. “Cuando de cantar se trata” – EMI Odeón. “Las coplas de la vida” – EMI Odeón. “Con la conciencia tranquila” IRCO. “Una quimera más” Serie de Cantores Populares – Epsa. “Te digo, chacarera” Epsa.
Fue un entusiasta propulsor de nuestra tradición, como también destacado investigador de la misma. A partir de su labor como recopilador de coplas populares dictó numerosas conferencias en universidades del país.
“Hago un redoble especial con mi bombo. Pero jamás salgo del ritmo. La música de Santiago tiene uncorte muy especial. Cuando entró Diego de Rojas en Santiago, en el siglo XIV, venía con mucha gente del Cuzco, que hablaba quichua, y con negros. Quedó el ritmo del negro y el idioma quichua. Y además la guitarra española, toda esa simbiosis entre África, Europa y América. A fines de 1800, en Santiago del Estero había una gran población negra, sólo en Salavina había más de 8000. De ahí el bombo, y el swing de la música de Santiago. Por otro lado, hay un misterio que no se puede expresar con palabras, el santiagueño es músico por naturaleza, por ahí te vas al medio del monte, y en un rancho perdido aparece un viejo de 80 años que agarra el violín y uno no puede creer las melodías que toca”, le contó Ábalos a el diario Página/12.
A lo largo de sus más de 50 años de carrera recibió Premios como “Emblema de Oro otorgado en el Festival de la Tradición, Añatuya”, 1972; “Premio al Folklorista más destacado” (Escuela de Artes Aplicadas, Santiago del Estero, 1975); “Premio La voz argentina en Nueva York” (Nueva York, EE. UU., 1987); “Mistol de Oro” (Santiago del Estero, 1987) y “Premio Cóndor otorgado por el Teatro Coliseo” (La Plata, 1994).
El Gordo Ábalos, como lo llamaba con cariño su público, falleció a los 80 años, el 24 de septiembre de 2018, en su amado Santiago del Estero.
Sin lugar a dudas, Alfredo Ábalos es una de las grandes figuras de nuestro folclore que hizo escuela con su aporte inestimable a la cultura argentina.
Buenas a donde puedo conseguir referencias de la revista Santiago, guitarra y copla?