El payador bonaerense lanzó su álbum “Cantor de coplas no más” vol. 35, que se puede escuchar desde el jueves 10 de agosto en todas las plataformas digitales.
Por Marcela Espinosa
Se trata de 4 canciones de su autoría: “Miedosa”, “La cruz de tu despecho”, “Chico Sprint” y “Mi último beso”, con un estilo muy personal, de ritmo vivaz y un inconfundible sello Marchesini.
“Cantor de coplas no más” tiene que ver con que me siento un cantor de coplas, ni un artista ni nada de eso, un cantor de coplas que vive de esto, por eso lleva ese título, porque yo uso mucho esa frase, cantor de coplas no más”. Indicó Carlos Marchesini en diálogo con El Chasqui Cultural.
En cuanto, a la cantidad de discos que lleva editados a lo largo de su carrera, el músico manifestó: “A los 7 años había actuado en radio, a los 12 canté por primera vez en el escenario, pero a los 17 payé con un payador profesional y entonces cuento a partir de ahí mi profesión de payador. Tengo 54 años y 37 que trabajo de esto, nunca pensé que fueran casi de la mano la cantidad de discos que grabé con la cantidad de años que trabajo, o sea sería casi un disco por año, así es como estoy presentando este año mi disco número 35”.
Carlos Marchesini es un payador de larga trayectoria reconocido por su labor en festivales y jineteadas de todo el país, y especialmente por su destacada participación desde hace 11 años en el Festival de Doma y Folklore de Jesús María en la provincia de Córdoba, pero también es un prolífico cantautor que queda evidenciado en la cantidad de obras que lleva grabadas. Por eso le consultamos si se define más como un payador o un cantor.
“Si me preguntan mi oficio es payador, pero en realidad dentro de ese marco de payador hay un montón de cosas inmersas que me gusta hacer, que me siento muy cómodo, porque hay muchos payadores que cantan canciones de otros, hay payadores que cantan canciones propias y canciones de los demás, y yo soy uno de los que cantan solamente sus canciones, porque hay un montón de autores en el Río de La Plata brillantes, pero bueno yo tengo esta maña de cantar nada más que lo mío y entonces compongo todo lo que canto, es lo que hago dentro del payador”. Respondió Marchesini.
Por otro lado, en cuanto a su estilo tan personal el cantor fundamentó: “Yo soy de Chivilcoy, amo Chivilcoy, es una ciudad que tiene paisano, pero tiene mucho de arrabal. Gardel cantó en 4 oportunidades acá, y de acá es Pascual Contursi el autor de la letra de La Cumparsita. En las orillas de Chivilcoy se respira arrabal, entonces yo me siento mitad paisano de sombrero de ala caída, de rastra cortita, de poncho liviano al hombro, pero también me siento con mucho tango”. Y como resultado de este contexto explicó: “armé una especie de ritmo y de manera de tocar la guitarra, que cualquiera que escuche, del ambiente criollo, ese rasguido medio raro entre candombe, canción y chorrillera, sepa que ese es Carlos Marchesini, eso es lo que traté de buscar, es un `ritmo Marchesini´, muy mío”.
El arte de payar es una tradición identificada con la región del Río de la Plata y la provincia de Buenos Aires, sin embargo, es una expresión cultural desarrollada en todo el país y en este último tiempo surgió el interés de muchos jóvenes en ser parte de este arte que lejos de perderse, parece estar más vivo que nunca.
En cuanto a esta tendencia Marchesini reflexionó: “Payadores hay por todo el país, yo creo que Jesús María, tiene muchísimo que ver, no es porque yo sea de la familia y esté dentro del festival, pero la verdad que es una vidriera brillante para el payador, yo voy a San Juan, a Río Grande-Tierra del Fuego, a Cafayate-Salta, a El Dorado-Misiones, a Lonquimay-La Pampa; en todos esos lugares y en todo el país hay jóvenes que te dicen yo lo veo en Jesús María, me encanta el payador, quiero ser payador; así que Jesús María es una vidriera fundamental”.
Por otro lado, en su experiencia personal aseguró: “Es linda esta época mía, de haber payado con todos los viejos, cariñosa y respetuosamente, viejos payadores de la patria y del Uruguay y ahora encontrarme con todos estos pibes nuevos, que se hace tan lindo”.
A su vez, dio su parecer en referencia a la evolución de este tradicional arte: “Me parece que tenemos que evolucionar, está bien, los payadores le cantamos al lazo, al rebenque, a la estancia, pero se nos va acabando el público si no evolucionamos, porque los chicos ya no tiran más el lazo, no están en la estancia, ni en el palenque. Los chicos están en el amor, el desamor y en esas cosas que yo quiero incluir a más gente que venga para nuestro lado”.
Por último Carlos brindó detalles a este medio acerca del presente de su trabajo “estuve un año sin payar, el 12 de febrero del año pasado, que es mi cumpleaños, dije que iba a estar ausente de la payada hasta el 12 de febrero de este año, de hecho, se estiró hasta julio, casi no estoy agarrando encuentro de payadores (Sólo festivales en domingo), me retiré un poquito del payador de contrapunto, y estoy haciendo lo que son mis actuaciones personales, `Carlos Marchesini con sus canciones´, está funcionando muy bien, está dando resultado y me pone contento porque me gusta hacerlo”.
