Se trata del rincón más emblemático en el norte cordobés, a 160 kilómetros de la ciudad capital. Se caracteriza por haber sido el escenario donde los pueblos originarios desarrollaron su vida.
El museo del músico argentino más importante de la historia del folclore está ubicado en medio de la naturaleza, acompañado por el cantar de los pájaros y el correr del río Los Tártagos y el arroyo Los Molles.
Es la casa que eligió Yupanqui para vivir durante una parte de su vida, donde hoy se pueden ver en exposición diferentes objetos que marcaron su vida: desde un cuadro pintado y autografiado por Benito Quinquela Martín hasta la guitarra personal de Don Ata.
Para Cadena 3, Roberto Kolla Chavero, hijo del famoso folclorista contó qué es lo más emocionante de este el lugar.
“Lo que más emociona al visitante es la vivencia de estar acá. Hay un ámbito de paz y serenidad que procuramos conservar”.
Y agregó que ofrecen recorridos guiados donde se brinda información respecto a la obra artística que dejó su padre. “Es muy importante porque no todos conocen su obra”.
También se puede recorrer el sendero El Silencio, un camino natural donde solía ir Atahualpa para inspirarse en sus canciones.
Además, hace poco más de un año, inauguraron un restaurante muy especial. Allí ofrecen dos de los platos preferidos que su esposa Nenette le preparaba: la milanesa de peceto y el arroz con leche.
Otros de los platos que ofrecen son cazuela de lomo, pollo a la portuguesa, panqueques, brownie con frutillas, licuados y limonada. “Procuramos un menú distinto al que se ofrece en el pueblo”, comentó el primogénito del artista.
Además, los sábados a la tarde y los domingos al mediodía hay música para acompañar la tarde o el post almuerzo del visitante. “Tocamos obras de mi padre y de mi madre y también algunas mías”, agregó Chavero.
El museo está abierto de 9 a 20 horas. Con un bono contribución, que sólo aplica a mayores de 14 años, se puede recorrer el predio y acceder a la guía.
FUENTE: Cadena 3