Por Marcela Espinosa.
Último fin de semana de agosto y comienza poco a poco a realizarse peñas, encuentros en las plazas y espectáculos después de casi un año y medio de restricciones. Así fue como el domingo 29 Luisita Guillen abrió las puertas de su patio, en Escobar provincia de Buenos Aires, a la familia folclórica con la idea de reencontrarse en forma presencial, con aforo y cuidados correspondientes, y con un fin solidario, recaudar fondos para una familia que necesita cubrir sus necesidades ante problemas de salud.
La jornada comenzó al mediodía con un espléndido sol primaveral, el escenario lo abrió musicalmente Roberto “Chichu” Navarro para romper el hielo y dar paso a los siguientes músicos y bailarines.
Estuvieron presentes Dúo Kawllay, Santiago Escalante con la música del litoral, Aníbal Guayama, Carlos García en malambo, la cantante de Pilar Leonor Calvo, la Escuela de Danza Tañí Mapu, los ahijados artísticos de Lusita grupo Los Morán y el cierre estuvo a cargo de Oscar “Cacho” González.
Aníbal Báez ofició en la conducción junto a la anfitriona. El sonido lo brindó Producciones Santa Cruz quienes realizan la misma tarea en la Carpa Salteña de Sourdeaux.
El público más que satisfecho con comenzar a recuperar el ritual de la peña, el asado, en este caso ofrecido por los vecinos, el mate, los dulces de la tarde y las infaltables danzas tradicionales que convierten cualquier punto de reunión en una verdadera fiesta.
Luisita Guillén, de extensa labor difundiendo nuestro folclore, actualmente conduce el programa “El fogón de Luisita Guillen” en La Radio de Mi País y un programa de televisión homónimo por Telered, le dijo a El Chasqui Cultural, hacia el final de la tarde del domingo sentirse muy feliz por el éxito del evento, “Encontrarse con los amigos después de tanto tiempo de estar encerrados fue una alegría muy grande” y expresó su agradecimiento a todos los presentes “En pandemia hice mucha radio, entré a Telered y estuve siempre en contacto con los artistas, así que a la pandemia la respeté pero nunca abandoné mi folclore querido” concluyó.
Se apagan las luces del mes de agosto y se encienden las de septiembre con renovadas esperanzas de empezar a recuperar nuestros espacios culturales, y este domingo, además, El patio de Luisita Guillen logró con gran éxito su objetivo solidario. Mejor cierre de mes, imposible.