Jorge Gordillo, hasta siempre querido maestro

El martes 21 de marzo el mundo del folclore sufrió un fuerte impacto al conocerse la noticia del fallecimiento a los 64 años, del querido violinista Jorge Gordillo.

El miércoles 22 en horas del mediodía, el músico fue acompañado a su última morada, el cementerio de Chacarita, por familiares, amigos, alumnos, músicos y bailarines; que, con guitarras, bombos y violines, despidieron al gran maestro.

Jorge Gordillo nació en Portela provincia de Buenos Aires, fue autor, compositor e intérprete de música popular argentina. Cuenta con composiciones propias y de coautorías junto a Jorge Milikota, Esteban País, Raúl Canteros, Federico Siciliano, Carlos Levin, Julia Anselma Carrizo y Jorge Carrizo. Entre las que se encuentran las siguientes obras: “Gato del Antigal”, “Una flor y una Huella”, “Gato de Las Tías”, “Querido Violín”, “Chaqueñando”, “Nunca más te olvidaré”, “El Villavilisto”, “Su voz”, “El Bailarín de Patricios”; entre otras.

Fue músico de Jaime Torres por más de 20 años.  Participó interpretando el violín en las discografías de Jaime Torres, Los Changos, Melania Pérez, Antigál, Leo Carbajal, Bruno Arias, y también en la película documental, “Caballos en la ciudad” y en la Tira “Calói en su Tinta”.

Grabó tres discos como solista “Búscame en mi tierra”, “A cielo abierto” y “Querido violín”.

Desde 2008, fue docente adjunto universitario en la cátedra “Asociación de Instrumentos Criollos” de la Carrera Licenciatura en Folklore, Mención Instrumentos Criollos del Área Transdepartamental de Folklore de Universidad Nacional de las Artes.

Desde 1997 fue docente universitario de Música en el Área Transdepartamental de Folklore. Designado Profesor Universitario Titular de la Materia Optativa “Violín Criollo” de la Carrera Licenciatura en Folklore-Mención en Instrumentos Criollos Área Transdepartamental de Folklore UNA.

Jorge Gordillo llegó desde su pueblo a la gran ciudad luego de ser distinguido como Revelación del Festival de Baradero, y desde allí nunca dejó de trabajar por la difusión de la música tradicional folclórica argentina. Por más de 20 años fue el impulsor del patio folclórico de Parque Patricios, en la plaza de Monteagudo y Av. Caseros, de ese barrio porteño, en la que se reúnen músicos, bailarines y público en general; para compartir tardes de danzas folclóricas y en la que todos siempre fueron recibidos como un amigo.

Sin dudas, la partida de Jorge Gordillo dejará un gran vacío en nuestra cultura, pero a su vez vivirá por siempre en sus obras, sus alumnos, su música y por supuesto, nunca se acallará la voz de su “querido violín”.

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