La joven neuquina que mantiene viva la historia de una ciudad que quedó bajo agua

La represa de El Chocón hundió al “viejo” Picún Leufú. Hace 49 años, la localidad se refundó y una periodista en la cuarentena creó un medio de comunicación para mantener alto “el orgullo de los primeros pobladores”.

Mirian Arrix con solo 27 años intenta, día a día, mantener viva la historia completa de su Picún Leufú, mientras el coronavirus mató a siete de sus vecinos y llevó “dolor y frío” a las calles. Pese a que la localidad se tuvo que mudar geográficamente hace casi 50 años, la fuerza de los primeros pobladores mantiene “alto el orgullo”.

“Vamos a vencer”, repite convencida con la esperanza de que, en diciembre, cuando se cumpla un nuevo aniversario del “nuevo” Picún Leufú, “todo haya pasado”. Ella intenta tomarse la pandemia como “una pesadilla”, aunque gracias al parate rutinario que generó la cuarentena logró hacerse tiempo para llevar a cabo su proyecto.

A través de las nuevas tecnologías, fundó un nuevo medio de comunicación. Una página en Facebook que llamó “Leufú, tierra nuestra”, que usa de pantalla para exponer las voces históricas que vivieron la transformación de la localidad.

“Cuando arranqué a estudiar periodismo, allá en Neuquén capital, nació en 2014 esta idea de contar las vivencias sobre mi ciudad, que esconde grandes testimonios y sobre todo una lealtad y una fuerza que no se vio ni se ve en muchas partes del país ni de la provincia”, aseguró.

“Lo más importante de la página es que los mismos pobladores antiguos sean los protagonistas. Es decir, ellos son la voz del pueblo y no hay nadie que te la pueda contar como ellos que la vivieron. Voy grabando todo, pero hay pedacitos que se los va guardando, publicando otros. Voy fragmentando”, contó.

Si bien no hay fechas de publicaciones estructuradas ni estipuladas, Mirian intenta seguir moviéndose a pesar de las restricciones. “Ahora es complicado hacer una entrevista, ya que la gente mayor no usa el teléfono o no se siente segura y cómoda hablando por ahí y el encuentro físico es muy peligroso”, expuso sobre la problemática actual.

Repite una y otra vez el deseo de mantener “viva la historia” y explicó: “Tenemos un pasado muy duro. En 1881 se creó el primer asentamiento que fue un palomar militar hasta 1940 cuando, a partir de un DNU, se generó la creación formal del pueblo. De ahí, con el auge de la represa de El Chocón, la localidad se debió trasladar a donde hoy está emplazada, algunos kilómetros más lejos, dejando todo atrás”.

Según relató, en las primeras tierras donde estuvo asentado el “viejo” Picún Leufú hoy está en su gran mayoría tapado por el agua. “Lo único que quedó y se puede ver fue un antiguo tanque de agua que según dicen, perteneció a la escuela primaria que se ubicaba a unos metros”, dijo y mostró la foto.

La nueva fundación data de 1971 en donde actualmente está la localidad, “pero en realidad se debería contar desde 1940”. “Esa mudanza, según me relatan, fue dura. Si bien la empresa que hizo la represa construyó los edificios públicos, como el correo, la comisaría, el colegio y demás, los propios vecinos vinieron con lo puesto y sin nada. Tuvieron que empezar de cero y se la re bancaron”, describió.

Con los nuevos edificios y sobre la Ruta 237, personas por fuera de la localidad comenzaron a llegar para cubrir los puestos en los edificios públicos y acompañaron la “prosperidad” de Picún Leufú. “Ahí empezó a consolidarse más como ciudad, aunque aún no se perdió la crianza de animales y el resto de economías vinculadas a la ganadería”, relató.

Su página cuenta con 1200 personas que siguen a Leufú, tierra nuestra, pero los vecinos son quienes escriben a Mirian para poder relatar su historia. “Cada uno de los primeros pobladores que quieren hablar, me enriquece mucho. Día a día voy sumando información nueva y, sobre todo, dimensiono cómo vivían antes”, dijo, con la intención de que su iniciativa sea un “archivo digital”.

“Es que me parece importante no tener todo en papel, porque se puede arruinar y perder. Acá, en la web, no debería pasar, pero también lo hago porque llega a más gente. Personas que pasaron o que vivieron acá y hoy ya no, y que les interesa saber o quieren aportar algo”, explicó.

Entre el dolor por las familias conocidas que perdieron a un ser querido en esta pandemia y el regocijo de haber concretado uno de sus deseos, espera que en este 12 de diciembre que se cumplen 50 años para el “nuevo” y 81 para el “viejo” Picún Leufú pueda hacer una celebración correspondiente a la idiosincrasia del pueblo. “Abrazados, con una batalla más ganada y con el orgullo de Picún bien arriba”, concluyó.

FUENTE: LMNeuquén

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