Lucía Ceresani, canto surero de mujer que deja huella en Cosquín

Por Marcela Espinosa.

Lucía Ceresani nacida en la provincia de Buenos Aires, se ha convertido en la representante femenina del canto surero, nada más y nada menos que en uno de los escenarios más importantes del folklore argentino, el Festival Nacional de Folklore de Cosquín.

Su debut en el Festival fue en 2001 junto a Argentino Luna, quién la invitó a cantar junto a él. A partir de allí, se abrió paso a su propio camino participando en 10 ediciones de la fiesta coscoína.

Con referentes como Suma Paz, Nelly Omar, Amalia de la Vega, Alberto Merlo, Argentino Luna y José Larralde, a quienes en su mayoría tuvo el placer de conocer personalmente, Lucía comenzó en la música en el año 1996 como solista, luego en 2001 se sumó su hermano Javier, quién la acompaña hasta la actualidad. Aquí nos cuenta sobre su presente.

¿Cómo fue está presentación en el Festival de Cosquín pos pandemia?

—Fue un reencuentro con el público, que la verdad estábamos esperando y deseando que pasara después de todo este tiempo y con canciones nuevas, que era lo que quería llevar al escenario para que la gente vaya conociendo algo de lo que venimos haciendo. Una de ellas fue muy especial porque nos acompaña Luis Landriscina, con letra de su autoría, y que grabamos durante la pandemia. Después cuando se pudo, hicimos el videoclip, que está en Youtube, en el canal de Luis y en el mío, y ahí está tanto el adelanto como el video. Y esta fue la presentación oficial en el escenario de Cosquín, de la canción que se llama “La culpa”, es una chamarrita, fue especial para nosotros, sobre todo con la imagen de Luis acompañándonos con su recitado, su decir, así que fue un momento muy especial de la actuación.

Muy especial y un lujo trabajar con Don Luis

—Sí, la verdad que para mí es un honor, es algo que a veces uno no podría soñar, son cosas que sorprenden, este camino siempre me va sorprendiendo con cosas nuevas y con proyectos que a veces uno ni imagina, y en este caso compartir este proyecto con Luis para mí es algo inmenso, es un gran honor y además que va a ser parte del próximo disco, es uno de los artistas invitados del nuevo trabajo, que se viene con lindas sorpresas, también con artistas que admiro, quiero y son parte de todos estos años de camino.

¿Estás trabajando entonces en tu próximo disco?

—Sí, este es el primer corte de difusión, ya iremos presentando los otros, ni bien podamos ir soltando de a temas y que la gente vaya conociendo un poquito el contenido del disco. Así que arrancamos con esta chamarrita con Luis Landriscina, pero se vienen otros artistas invitados que admiro y que nos une una relación de muchos años de amistad. Este disco viene a celebrar estos 25 años con la música, que redondeo en 25 pero son más. Quería que sea compartido con cantores y artistas que considero parte fundamental de estos años. Así que me pareció una linda oportunidad de celebrarlo con ellos.

Desde el escenario de Cosquín ¿cómo percibís que recibe la gente el canto surero?

—Yo creo que la gente está necesitando de espacios y propuestas diferentes, quizás lo nuestro no es nuevo, pero si es diferente a lo que estamos acostumbrados a ver en los festivales, entonces de repente aparece un cantor con su guitarra solito y ya es algo diferente, uno ya empieza a prestar atención a ver qué es lo que va a hacer esta persona ahí en el escenario con su guitarra, entonces aparece un silencio, la gente está a la espera de algo interesante y cuando comienza a suceder esto de contarles las historias a través de las canciones y de los ritmos que son más cadenciosos, que tiene pocos instrumentos, a veces 1 o 2 guitarras y el mensaje directo de la canción, parece que la gente ahí se va metiendo en la historia de alguna manera y nos acompaña por lo menos a nosotros, con un silencio muy respetuoso y con los aplausos que son el mayor regalo. Pero más que los aplausos es el silencio que podamos llegar a generar en un ámbito a veces difícil, son desafíos grandes, públicos diferentes que esperan a sus artistas. Está bueno que los festivales tengan esos matices, no solo del canto surero, sino también el canto de otras regiones, el patagónico, el del litoral, tenemos tanta riqueza en ritmos y tantos paisajes diferentes que podemos contar a través del canto de cada región, que me parece interesante que estén esos espacios en cada festival y que la gente pueda conocerlo a través de eso.

Más allá de lo festivalero, ¿notás que el público demanda variedad en el folklore?

—Sí, nosotros cada vez que nos presentamos, nos ha tocado el público de Los Nocheros, Luciano Pereyra, Soledad, del Chaqueño y siempre ha sido con un silencio y un respeto tan lindo, siempre estamos tan agradecidos a ese recibimiento, que nos llena de alegría el poder generar ese espacio y poder mostrar el mensaje que le llevamos, que la gente lo comparta de esa manera, a través de esa atención que le ponen a lo que uno va a contarles. Ese es nuestro objetivo generar ese espacio, ese silencio que yo veía a los grandes maestros como Argentino Luna, Alberto Merlo, cada vez que se presentaban en diferentes escenarios generaban esa magia que se daba a través de ese silencio de públicos diferentes, grandes artistas que uno admiraba y trataba de seguir esos pasos. Por suerte en estos últimos años se ha dado y se está dando también esto en nuestras actuaciones, a nosotros nos llena de orgullo poder generar eso.

¿Lo sentís más como un orgullo o como una responsabilidad, ocupar este espacio en el canto surero y como mujer?

—Las dos cosas, es orgullo por un lado y por el otro una gran responsabilidad y un gran compromiso, porque sabemos que estamos representando el canto de una región. La región dónde nacimos y que tenemos que tener el respeto necesario para hacer las cosas lo mejor posible, que es lo que tratamos siempre de hacer, llevar lo mejor que podemos, cuidar el repertorio, los arreglos musicales de estar en cada detalle para que salga lo mejor posible y sobre todo en escenarios tan importantes como el de Cosquín, que me parece que es un espacio que a veces es tan necesario y tan difícil, que para nosotros que nos den ese espacio la gente de la Comisión es una gran responsabilidad y un compromiso de hacer las cosas lo mejor que uno pueda.

Sobre Adrián Maggi y vos cae toda la responsabilidad del canto surero en Cosquín

—Así es, Adrián también viene trabajando muy bien, ha salido Consagración en la última edición de Cosquín en el 2020 y la verdad que sí, es un gran espacio ganado, el haberle hecho el reconocimiento a Víctor Velázquez también, son lindos proyectos y a parte que nos ayuda a tener un poco más de fuerza y seguir difundiendo el canto de nuestra región en diferentes escenarios de nuestro país. Yo sé que él anda por todos lados también y tiene muchísimo trabajo, así que me alegra tanto que se vayan ganando esos espacios y a través de las mujeres cantoras, de las payadoras, yo creo que entre todos vamos sumando esas fuerzas y de a poquito como que va resurgiendo de alguna manera el canto surero en los diferentes festivales y en regiones donde a veces no es tan conocido. Así que vamos llevando la milonga como protagonista en cada escenario.

Ese trabajo al que te referís parece que está dando sus frutos porque están surgiendo muchos chicos jóvenes interesados en el canto surero y la payada, inclusive participando en talleres para aprender este arte.

—Sí, eso está buenísimo, el trabajo de los payadores también que vienen con fuerza y muchos jóvenes se van sumando a través de los talleres que es un espacio que sirve para acercarlos al arte del payador, al canto repentista que es tan difícil, ese conocimiento de la improvisación que uno admira tanto, es algo muy difícil de lograr y ellos lo hacen con una facilidad. A través de estos talleres les enseñan a otros a hacerlo y a sumar voces nuevas, a la juventud sobre todo, y también a través de las danzas, hay tantos jóvenes que se acercan al canto surero y para nosotros es tan lindo que eso suceda, que conozcan una huella, les guste y comiencen a conocer un poquito sobre el canto de nuestra región y es como que una cosa va llevando a la otra y eso es importante, que se pueda conocer, que se pueda difundir y a través de  los jóvenes que son los que más fuerza y empujen tienen.                                                                                                                                                           

En lo personal, ¿qué repercusiones recibiste de tu actuación de este Cosquín 2022?

—Para mí es siempre es un gusto y un orgullo llevar lindos proyectos a Cosquín y recibir la repercusión que eso genera, ha sido este año muy lindo todos los mensajes, el cariño de la gente, los que nos estuvieron viendo, que no pudieron estar ahí, a través de la pantalla, nos llena el alma tantos lindos mensajes y tanto cariño.

¿Cómo continúa tu trabajo para este año?

—Se están confirmando distintas fechas especialmente para el lado del sur, el Neuquén, por suerte se va perfilando lindo el año, después de estos tiempos difíciles que hemos pasado, pero ya se va activando todo de a poquito y se van generando presentaciones en diferentes lugares, algunos que ya estuvimos y otros que vamos conociendo nuevos, y también la preparación del disco que es mi principal objetivo de este año, terminarlo y poder presentarlo.

En este mes de febrero Lucía Ceresani fue jurado del certamen Pre Baradero, en la edición 47º del Festival Nacional de Música Popular Argentina Baradero de Buenos Aires, y este viernes 11 se presenta en la primera noche del Festival junto a su hermano Javier. La última presentación de Lucía en Baradero fue en el 2004, edición en la cual recibió el premio Consagración.

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