El cantautor y artista plástico misionero Ramón Ayala, figura medular de la cultura popular argentina, festejó ayer sus 94 años con el lanzamiento de un nuevo disco, “Monte Adentro”, y una nueva edición de su libro “Las trincheras ardientes del Paraguay. Canto popular sobre la Guerra Grande”.

Músico, poeta, artista plástico, compositor e intérprete, Ayala compuso a lo largo de su vida más de 300 canciones entre las que se encuentran clásicos como “El Cosechero”, “Posadeña Linda”, “El Cachapecero” y “Canto al río Uruguay” y “El Mensú”, entre tantas otras.
En el aniversario de su nacimiento, con el apoyo del Instituto Nacional de Música (Inamu), el Ministerio de Cultura de la Nación, el Ministerio de Cultura de la Provincia de Misiones y el Fondo Metropolitano de las Artes, Ramón Ayala lanzó en CD, formato digital y a través de todas las plataformas de distribución de música y las redes sociales del artista, el disco “Monte Adentro”.
Se trata de la primera entrega de una antología de grabaciones recuperadas del artista desde 1955 en adelante, en distintas ciudades de Argentina y el mundo; un trabajo que presenta gran parte de obras inéditas y un bonus track de lujo, la primera grabación de “El Gualambao”, canción fundamental que representa el nacimiento de un ritmo homónimo, creado por Ramón en la década del ´50 y recientemente declarado Patrimonio Cultural por la provincia de Misiones.
Acerca del gualambao, el músico, dueño de un espíritu inquieto y vital, contó que es un género que creó “por una necesidad de sintetizar los ritmos regionales en una sola especie”.
En una entrevista que mantuvo con Télam hace unos años, Ayala explicó: “es un ritmo guaraní generado en la región oriental de Misiones, frontera con Brasil y Paraguay, al que di la misión de vestir la selva, el Iguazú y los duendes de la tierra con un traje excepcional, de amplio espectro”.
Este track histórico fue recuperado por el Inamu, y el colorido arte de tapa es una obra de Santiago Pozzi y cuenta con fotografías de Nora Lezano y Carlos Furman.
La belleza de sus melodías “grandiosas” -como el mismo describe-, su mirada contemplativa de la naturaleza, y en particular de la vida de la selva y el río, y la profundidad de su poesía, son algunos de los rasgos de una obra enorme que también abarca la pintura.
Para Ayala, el arte plástico y la música van de la mano. “Yo creo que la pintura es el color que el hombre le da a la música, a la vida, además es el color que está en la naturaleza”.
Sobre su música y particularmente acerca de sus melodías, Ramón comentó que tienden a ser “sinfónicas”, producto de una formación interior, de un gusto interior que uno va atesorando y va creciendo dentro de uno, sin imitar a nadie, pero teniendo patrones de grandes melodistas”.
“Yo he abrevado mucho en la música clásica, no me quedo en el sonsonete, en el ámbito folclórico hay repeticiones que en lugar de engrandecer el género lo empequeñecen, es cuestión de los virus interiores”, definió el artista nacido en Posadas el 10 de marzo de 1937.
Su cumpleaños lo celebró también con una nueva edición de su libro “Las trincheras ardientes del Paraguay. Canto popular sobre la Guerra Grande” (publicado a fines del 2016), sobre en la Guerra del Paraguay y escrito en más de mil décimas y versos libres, con ilustraciones propias.
FUENTE: Télam