En el valle de Punilla se encuentra una de las siete maravillas naturales de Córdoba “La Cueva de los Pajaritos”, de muy fácil acceso, se ubica sobre el camino S269 a 12 km de la Ruta Nacional 38, se puede ingresar por tres localidades distintas desde Santa María, Cosquín y por Tanti desde la Ruta Provincial 28. Un lugar mágico, natural e impactante, donde se respira naturaleza y se encuentra un espacio de tranquilidad, un lugar donde se aprecia la presencia de fauna y flora nativa, un paisaje único, cuidado y preservado desde la década del 60, fecha en la cual se abrió el circuito. En 2008 se declaró como reserva ecológica.

Su nombre se debe a que allí anidan una colonia de alrededor de 300 pájaros Chirrio o pájaros aguateros, es la única ave que habita en paredes de piedra verticales; sale al amanecer en busca del alimento que caza en vuelo y vuelve al anochecer. Habita en grutas húmedas del centro y norte del país, esta colonia tiene la particularidad de ser registrada como la más austral del mundo. Los nidos son construidos en pequeñas salientes de las rocas, en todas las gargantas del arroyo Mallín (no solo en la cueva, también en la cascada lluvia del amor), lo hacen con raíces y fibras vegetales. Se acoplan en vuelo, ponen un huevo por pareja y crían un solo pichón, por ellos es muy importante su preservación; los pichones permanecen en el nido hasta grandes y su primer vuelo es definitivo. Todos los años anidad en el mismo lugar y se aparean a partir de agosto. No se observan que emigren, aunque en invierno se los ve poco.
El primer estudio sobre los Chirrio que habitan en la cueva fue realizado hace más de 40 años atrás por un ornitólogo español que convoco el fundador de este lugar, Luis Pilades Ricci, momento desde el cual hasta la actualidad se realiza un seguimiento de los mismos. Actualmente quien está a cargo hace 11 años de su estudio es la Bióloga Julieta Passegui.
Características del circuito del Parque Cueva de los Pajaritos
El circuito de la reserva comprende una zona única y particular sobre el arroyo Mallín, un accidente geográfico formando cañadones que hacen a la particularidad que allí nidifiquen los Chirrio.
Un cañón es un accidente geográfico provocado por un río o arroyo que a través de un proceso de epigénesis excava en terrenos sedimentarios una profunda hendidura de paredes casi verticales; como se puede observar en la reserva.
El circuito tiene un recorrido preparado para el descenso y ascenso a través de escaleras y senderos con barandas, tiene unos 600 metros (en línea recta). El camino va zigzagueando de un lado al otro del arroyo y ofrece un regreso atravesando una zona de bosque nativo.
El circuito inicia desde la olla, y luego se ingresa a la zona de la garganta del diablo, hay un puente colgante el cual permite observar la profundidad de la hondada que empieza a formarse entre las piedras en esta zona del arroyo. Luego se sigue por un sendero marcado con escaleras realizadas en la piedra, que fue construida a mano por el fundador del lugar, hasta llegar a la zona donde se forma la cueva (la cual se formó hace miles de años atrás por un derrumbe dejando unas piedras atravesadas y dando esta forma de cueva); es este lugar el cual da el nombre a la reserva. Lugo sigue el recorrido rodeando el arroyo y ascendiendo hasta una lomada donde se aprecia una vista panorámica hasta el lago San Roque, se llama a esta parte “El Mirador”, sigue el camino serpenteando entre el arroyo y el bosque hasta llegar al final del recorrido en la cascada llamada “Lluvia de Amor”.
La cascada marca el final del recorrido que las y los visitantes pueden apreciar de la reserva, aunque dicha reserva comprende 13 hectáreas en total, y por cuestiones de conservación se habilito solo este tramo.
El regreso desde la cascada invita, para quienes elijan, volver cruzando por medio del bosque nativo, donde se puede observar diferentes especies autóctonas como: coco, piquillín, tala, quebracho blanco, molle, tola-tola, algarrobo, mio-mio, chañar, jarilla hembra, carquejilla, cactus entre otras espacies y hierbas que hacen al sotobosque. Cabe destacar que también se han mezclado otras especies foráneas como el olmos y siempre verde, entre otras.
Además del patrimonio natural que preserva este lugar, hay registro de nuestros antepasados, en el regreso se visita un alero con un mortero de los originarios de la zona, lo llaman “La casa del Indio”. También durante el recorrido las piedras forman figuras como la cabeza del indio, mono, el tanque de guerra.
El circuito y su entorno invitan a envolverse de naturaleza y silencio, a escuchar el canto de los pájaros y la caída del agua, a despejarse y respirar aire puro. A comprender que es posible cuidar y conservar espacios naturales, que no es necesario la intervención humana para embellecer los lugares, que la naturaleza es perfecta y ella nos brinda todo lo que nos es necesario para vivir, desde el aire puro hasta los materiales para la vivienda y vestimenta actual.
Importancia Histórica de esta zona
El paraje Mallín se ubica sobre el camino que une a Tanti con Cosquín, reconocido por ser un tramo por donde pasa el Rally Argentino que es parte del campeonato mundial de rally; pero eso no es lo que hace relevante esta zona para la identidad de Punilla, sino que es una zona que tiene mucha historia desde diferentes enfoques , como por ejemplo la capilla de San José que se encuentra a casi la mitad de dicho camino; se trata de la única iglesia cordobesa del periodo virreinal y se presume que se construyó entre 1721 y 1745. Es también una zona donde se ha registrado una importante presencia de los originarios (como los petroglifos sobre la margen del río Yúspe). Lo que hace que esta zona no solo es un patrimonio ambiental, sino también cultural e histórico. En esta ocasión enfocaremos la importancia de Mallín.
El nombre Mallín proviene del araucano y significa lago subterráneo, lugar pantanoso. Así fue como lo denomino quien dio origen a este paraje en 1932, el Ingeniero Civil Pilades Ricci, quien inicia el loteo y construyó la represa (que actualmente está) como reserva hídrica para abastecer de agua a los lotes y abrió la calle principal del loteo, paralela al camino S269.
La principal actividad económica de la zona es la ganadería, por lo cual en la zona hay varias estancias ganaderas, y actualmente se ha empezado a poblar más, como así también a convertirse en una opción turística y de descanso.
El fundador de la Reserva Ecológica “la Cueva de los Pajaritos”, Luis Pilades Ricci era hijo del Ingeniero Pilades, conoció Mallín cuando tenía 7 años, momento en el cual llega hasta lo que hoy se llama “Garganta del Diablo” se enamoró de ese lugar, y dijo que lo compraría. A sus 27 años (1952) regresa a Mallín y convence al dueño de la Estancia que le vendiera esa parcela, que su sueño era cuidar y preservar el arroyo y la cueva.
Es en 1960 abre el primer tramo del circuito el cual llegaba hasta la cueva, y luego fue ampliando el recorrido hasta donde actualmente llega. También en 1967 junto a dos señores más fundo el consorcio caminero 390 para mejorar y mantener el camino. Lucho para que el Rally no pasara por allí por el impacto ambiental y sonoro que provoca. Se dedicó hasta su último día de vida (8 de septiembre del 2020) a conservar lo que hoy es la reserva ecológica y sus alrededores.
Como todo personaje que deja una impronta en su camino y lucha por sus ideales, tuvo aciertos y desaciertos, pero lo reconocible e interesante es como este hombre ha logrado conservar este lugar que tiene una gran importancia ecológica para la zona.
Un lugar para aprender, apreciar, visitar y respetar, un proyecto para apoyar.
FUENTE: Diario Cosquín