Nuestra nación, del 21 al 24 de junio celebra el «We Tripantu» y especialmente el 24 un nuevo aniversario de la restitución del Cacique General Panguitruz Nürü -Mariano Rosas-.
Está celebración de las familias rankeles, obedece al inicio de un nuevo ciclo en la naturaleza y que todo el fenómeno está determinado por los ciclos de kuyen y a la ubicación de Antú; los antepasados observaban las fases menguantes de kuyen y así se sabía cuándo era el We Tripantu.
Basados en esta cosmogonía se da inicio a la celebración cuyo contenido tiene una explicación profunda y filosófica para el pueblo Rankülche.
Era el devenir de las nuevas pasturas de invierno, la hierba tierna, la aparición de los animales en el campo y por ende una caza más fructífera, mejor estado de la caballada, mayor duración de Antú y temperaturas más templadas, era la proximidad de un mejor tiempo para el entorno y felicidad de la gente.
Esta ceremonia que los rankeles realizan entre el 23 y el 24 obedece al inicio de un nuevo ciclo de la naturaleza (asociado al solsticio de invierno, hacia fines de junio) que también celebran todos los pueblos originarios.
Según las memorias de Santiago Avendaño, que vivió entre los rankeles durante la década del 1840, la celebración duraba cuatro días y era organizada por el Lonko, que coordinaba las actividades, reunía los alimentos y la chicha, organizaba el espacio, enviaba a su werkenes a las demás tolderías para comunicar la fecha de la celebración y dirigía personalmente las ceremonias.
Desde el año pasado y por motivos de la emergencia sanitaria por el COVID 19 y sus restricciones, cada comunidad celebra en sus propias comunidades, esperando la pronta disponibilidad general ambulatoria para regresar a su fuente espiritual de Leuvucó, centro político y cosmogónico de nuestro pueblo.
Newenes para Lonkos, peñis y comunidades en este nuevo ciclo que se inicia.
¡Buen We Tripantu Rankülche!
FUENTE: Nación Ranquel